viernes, 31 de octubre de 2008

30 y 31 de octubre de 2008: Vida en el laboratorio

Cada día toca llegar a las 8:30 de la mañana pues se inicia el día como dije en la entrada anterior. Ayer día 30 lo Quimet no estaba pero hemos leído un rato aunque no sé si se enteran mucho. Hoy por ejemplo les he explicado lo que era un isómero y la quiralidad. En fin… Luego una de las chicas del Prof. Lee trajo “goguma” que es una especie de boniato de color amarillo en el interior y con sabor dulce, aunque a mí me sabe más a castaña que a boniato (fuentes de confianza absoluta me comentan que en Valencia los tienen igual, vaya por Dios).




























Luego, debido a que se organiza una especie de Workshops el lunes y el martes fuimos al mercado a comprar snacks y bebidas a lo que aproveché yo para hacer compras básicas como cepillo de dientes, palillos para comer noodles, etc.. Por cierto, ya casi cazo moscas con los palillos, es cuestión de práctica. Fuimos a un centro comercial cercano al centro dónde al entrar me sorprendió los somiers más chics que se llevan en Corea. Duros de cojones, hoigan.
















Eso sí, si te paseas un poco por el centro comercial comes y bebes sólo con las probaturas de todo tipo de comidas y bebidas. A cada cual más rara. Esto por ejemplo era una mezcla de hierbas sanas sanísimas que se toma mucha gente para desayunar y empezar con mucha marcha el día.















Bueno, después de varias compras volvimos al laboratorio y ya siendo hora de comer, pues nos fuimos a la cantina universitaria donde se come por unas 250 ptas. Como en Ejpanistán. Luego a la tarde, mientras estaba liado con una de mis presentaciones trajeron pastelitos de queso picantes, rollos de arroz con hígado hervido y más goguma. Si es que me paso el día comiendo. Menos mal que al salir del trabajo me fui a correr unos 5 Km alrededores del lago, que aún siendo de noche y da un poco de canguele, están haciendo un paseo que lo rodea que estará iluminado y con un suelo de goma similar al de las pistas de atletismo. Aquí una foto del lago, pero de día.













Así acabó el día, cenando y a la cama. Al día siguiente, pues igual, 8:30 lectura de paper para un rato después hacer el traslado a mi nueva residencia, la de estudiantes. Y…, esto es lo sorprendente, el ala izquierda es para los chicos y el derecho para las chicas. O esta gente o se compra un coche o no follan. Luego vi que las normas se las saltan a la torera. Creo que esta generación de coreanos ya sigue de cerca el estilo de vida occidental y pasa de estas chorradas. La habitación es un estudio típico de residencia sólo que es para dos personas, pero yo estoy como si dijéramos en un régimen especial y me conceden estar solo. Eso sí, la acaban de inaugurar y los muebles tienen los plásticos y todo.


































Bueno, y ya a trabajar. Por fin, reunión, comida y trabajo de escritura. En fin, nada nuevo bajo el sol. Ah, por la tarde ha sido la hora de los noodles. Aquí si compras por encima de una cantidad, digamos 50000 KRW (30 €). Te regalan un pack de sopas. Tenemos a la especialista en noodles Sung-Yeon, debido a la dura vida que se vive en el servicio militar en Corea del Sur que es de dos años. Si bien es cierto nunca firmaron ningún tratado de paz con Corea del Norte, si acaso momentáneas treguas con lo que oficialmente siguen estando en guerra. Aquí tenemos un detalle de la cocina de noodles en el laboratorio. Simplemente se trata de añadir agua caliente y esperar un par de minutos hasta que los tallarines se ablandan.












Ah, y fotito con mis niñas, Yu y On, ¿o eran On y Yu?
















Hoy no ha habido cena en restaurante típico y mis rodillas lo agradecen.


Un abrazo a todos.


EDITO: Por qué siempre que les haces una foto salen todos los coreanos con la V de victoria ¿o es la de vendetta?

jueves, 30 de octubre de 2008

Miércoles 29 de octubre de 2008: La toma de contacto

Bueno, el martes acabó con una cena invitación de los estudiantes de mi jefe, Prof. Kim más conocido en la terra alta per lo Quimet. Fuimos a un restaurante típico coreano donde te sientas en el suelo (aix, mis rodillas…) y te sirven un plato con carne y salsa picante en medio de la mesa, donde hay un hot plate o fogones para calentarlo. Mientras se hace te sircen una especie de tapas como es el Kimchi (en coreano 김치) que es col china (en coreano "Bae-chu") con pimienta picante (qué raro, no?) y ajos o cebollas tiernas. Dice la Wiki que levanta las defensas de nuestro cuerpo, es antioxidante y elimina el colesterol. Vamos, una joya pero está amargo y agrio que te cagas y es un alimento indispensable en todas las mesas coreanas, lo cual afirmo rotundamente. Es más, me reafirmo rotundamente. Lo curioso es que se nota que esta gente ha pasado hambre. Al acabar el plato, te traen arroz con unas hierbas para rebañar el plato. Y que un arroz superbueno, una especie de paella picantota. Una vez acabado esto, ni postre ni na de na, pa casa. Yo fui al laboratorio a conectarme a Internet pues no dispongo de momento en mi habitación.

Al día siguiente, pasó el Prof. Lee a buscarme. A Lee le robaron la tarjeta de cerdito en el Palau Reial cuando estuvo en Barcelona. ES una historia muy larga que ya os contaré. Entre Lali y yo le ayudamos a cursar la denuncia para que pudiera recuperar los más de 3500$ que le pimplaron. Me dijo que lo recuperó todo aunque tardaron como un mes y medio en devolvérselo. Menos mal que no va muy necesitado… o sí. Es curioso, pero nosotros nos quejamos de la crisis, pero Corea le está yendo especialmente mal, su moneda el Won Coreano (KRW) no para de caer. Para mí genial, todo está super barato. Por ejemplo, la cena para 4 personas del día anterior nos salió por unos 32000 KRW que son como unas 3200 Ptas. Y digo ptas porque el cambio es más sencillo, aunque si sigue variando tanto el cambio, no me servirá de nada esta sencilla regla.

Bueno, me presentaron a todo el laboratorio, además de los tres estudiantes de Quimet, también hay dos chicas que se llaman Yu y On que son un encanto, aunque bastante tímidas. Esto es algo general en Corea, excepto algún caso aislado de histerismo extremo, las chicas son muy muy tímidas. Luego el mismo Quimet me llevó a la inauguración de la nueva residencia de estudiantes donde me alojaré. Allí había un buffet libre de productos típicamente coreanos, y claro, pues a comel. Además, me presentaron al presidente de la Universidad Prof. Dr. Ho-sung, al vicepresidente, al presidente del campus (hay otro campus situado en Sunkjeon, más cercano a Seoul), al director de la residencia, al director… bueno… no me acuerdo. Eso sí, hablaban de globalizar la universidad que si tal que si cual, y claro, destacaban que yo era el primer extranjero en pisar aquella residencia y encima el día de la inauguración. No estoy seguro que fuera el único extranjero, me pareció advertir un chino por allí… o era un japonés…

Luego muy amablemente Quimet me ayudó a crear una cuenta bancaria en el wooribank que está en el mismo campus y finalmente fuimos a ver la facultad de ciencias naturales donde está el Prof. Jang que me dio recuerdos para Iska, que dónde estaba que si le iba bien, y tal. Así que Iska, si me lees ya sabes, aquí están dispuestos a invitarte a echar una charla. Finalmente, fuimos a la escuela de odontología dónde me presentó al director. Muy majo, se acordaba de Barcelona que si Gaudí que si el jamón, mientras nos tomábamos un té verde coreano que por cierto lo mezclan con granos arroz. El arroz coreano tiene un sabor diferente, como a madera pero no es desagradable, al contrario. Un día pienso hacerles una paella coreana (hay que adaptarse a los ingredientes de aquí). Seguidamente, subimos al sexto piso y Quimet me presentó a un ex compañero suyo de doctorado y a una profesora asistente bastante maja llamada Jang, exoncóloga ahora dedicada a la biología oral. De todas formas yo le puse al día de mis amplios conocimientos en epigenética y nanopartículas de manganitas para la destrucción de células tumorales. Me comentó que era muy interesante que me llamaría para reunirnos más detenidamente a hablar sobre el tema. Si es que soy un crack… a ver si consigo que algún experto en nanopartículas (o nanotubos) de manganitas venga a dar una charla y de paso a verme.

Bueno, luego ya fuimos al laboratorio donde nos reunimos para hablar de trabajo y pedir el material necesario para los vidrios de fosfato cálcico. Y a las 18h todos a cenar otra vez a un típico coreano (Aix, mis rodillas…) pero esta vez pollo, cómo no, picante. Esta vez, la bebida era cerveza coreana (4.5º) aunque le añaden un vaso de chupito de una especie de vodka de 20º. El caso es que entra de fábula y ayuda a quitarte el picante de la boca. Hay quien dice que los asiáticos no toleran el alcohol, que tienen en falta un gen que no sé qué… pues joder, he dado con las excepciones… Por cierto, a esta cena vinieron también el Prof. Lee y el Prof. Jang con sus estudiantes. La distribución en la mesa fue, a la izquierda las chicas y a la derecha los chicos. En el centro, con el cojín para invitados, yo. Había un estudiante guapete. Pues las chicas le pasaban comida entre miedo de sonrisas tímidas de niñas pavas. Parecía el instituto… (el de secundaria, no el IBEC).


Luego Quimet muy amablemente me prestó 100000 KRW pues no consigo sacar dinero de los cajeros con mi super VISA oro. Al final acabamos yendo a tomar unas cervezas alemanas. La pinta de cerveza importada 600 ptas. Vamos, como en BCN… Para acabar la noche (eran las 20h) fuimos a unos lugares donde hay unas máquinas que te lanzan bolas de baseball y hay que batearleas. Sung-Yeon, uno de los estudiantes de Quimet es un crack. Y parecía fácil desde fuera, después de darle a la Wii, pero no tiene nada que ver. No acerté ni una, y la única que le di, le di con el mango del bate y casi me saca un ojo. Así que, Manolete, si no sabes, ¿pa qué te metes? Luego Sung-Yeon y yo volvimos al laboratorio así aproveché para llamar a casa en horario normal. Finalmente a casa a dormir. Hay que decir que me acuesto a las 23 o 23:30, es un récord para mí. Normal, a las 8:30 hay que estar en el laboratorio para todos juntos leer un paper. Y eso cada día. Igual podríamos hacerlo en el IBEC en vez de hacer reuniones a mitad de la jornada que te rompen todos los experimentos.

Mañana más…

EDITO: acabo de ver la cotización y al final me saldrá más fácil pensar en euros. El KRW sigue cayendo y esta a un Euro = 1922.6 KRW. Y yo que decía que un portatil Samsung de 10.2" por 700.000 KWR era caro... (364€)

miércoles, 29 de octubre de 2008

28 de octubre de 2008: La llegada

En fin, ya estoy en Helsinki. A pesar que el visado me lo han dado por sólo 3 meses, espero corregir el error en tierras coreanas. Dicen que los nórdicos son tremendamente silenciosos y educados. Bueno, uno se me ha colado al hacer el cheking en el Prat y ahora tengo a un idiota al lado que parece no saber que existe la opción de vibración en el móvil. De todas maneras estoy medio contento y/o medio melancólico. Contento por la curiosidad de lo que me encontraré. Este año he cruzado por primera vez el atlántico e iré también por primera vez a Asia. Melancolía por lo que dejo, amigos, familia y... En fin, la vida del investigador es un tanto dura, ¿ehh, Adrián? Ahora mismo siento a algún español quejándose de lo caro que es esto. No es para menos, a pesar de ser un aeropuerto con lo que conlleva eso en los precios, te clavan por un café y un donut 4,5€ lo más barato que he encontrado. Dentro de una hora y media me sale el vuelo, así que estiraré bien las piernas.

Es curioso, el vuelo me dura 9 horas mientras que la vuelta 10. Esto de girar contra el sentido giratorio terrestre esperaba que acortara los plazos. De momento el trato de Finnair ha sido exquisito y la compañía de asiento, pues bien. Me ha tocado una especie de vikingo heaviata al lado llamado... Volto Rintala. No me ha prestado mucha atención, quizás es porque teníamos a la versión adolescente de la mujer de papa noel al lado que se lo merecía más. Si tuviera internet ahora mismo (lo siento, esto es enlatado) le enviaría un mail a Niko Hellstein, un amigo finlandés que conocí en Grenoble. Un tanto extraño, pero buena gente y fan acérrimo de Paco de Lucía. Y, como no, heviata hasta la médula (pensaréis que a vosotros qué más os da, pues o jodéis que esto se ha de llanar con algo).

En la salida del avión de Barcelona he podido ser testigo como tantas veces de cómo tratan las maletas en tierra, sólo que esta vez he podido grabarlo en video. Aquí os dejo una muestra. Menos mal que no se me ha ocurrido facturar vino… el jamón al menos no sufre tanto. En la web www.visitkorea.com he podido observar la riqueza gastronómica coreana y creo que lo de los perros es como lo de los huevos de toro aquí… un tópico para turistas. Pero en fin, ya os diré.

Me acaba de pasar algo bastante cateto. Pongo música en el portátil y me equivoco de ranura para los cascos. He estado como 5 minutos sin enterarme. Esto habla muy bien de la calidad de sonido del Vaio pero antes era yo el que me quejaba de los finlandeses ruidosos. Pero bueno, me perdonarán, era el C'était ici de Yann Tiersen que pone en pie hasta al más aburrido.

Voy a embarcar. Ya os contaré cuando llegue. En principio me vienen a buscar a pesar que debe ser un palo chuparse 80 Km para buscar a alguien al aeropuerto. Vamos, tan hospitalarios como en España.

Bueno, pues al ir a embarcar… me encuentro al responsable de que llueva en Helsinki. Sí, sí, a Juanjo Valle, el que viste, calza y crea las riadas en el Maresme.


No solo eso si no que al llegar a Seoul después de 9 horas de fiesta finlandesas (es cierto, no saben beber ni agua los tíos) pues resulta que al salir del avión e ir a inmigración paso por los servicios y descubro que acababa de pasar alguien del IBEC. Y es que el mundo es un pañuelo.

Bueno, me han venido a “recoger” al aeropuerto. Y digo “recoger” porque simplemente me han ayudado a coger el bus que tocaba. Pero bueno, se agradece aunque dos horas para recorrer 100Km es un poco excesivo. Normal, el bus atraviesa Seoul por el medio y no es una ciudad precisamente conocida por su fluidez de tráfico. After dos horas he llegado a mi habitación, una habitación enorme aunque en tres días me cambio a una residencia de estudiantes. Me ponen una habitación doble para mí sólo así que no tenéis excusas, bueno sí, el precio del vuelo, 450€ ida y vuelta. Qué caro, ¿no?